Redescubriendo América: 70 años del primer vuelo transatlántico de Iberia

22 de septiembre de 1946. La tripulación del flamante DC-4 posa en el aeropuerto de Barajas, antes de iniciar su primer vuelo transatlántico (Iberia / Fototeca Paloma Jose Julio)

22 de septiembre de 1946. La tripulación del flamante DC-4 posa en el aeropuerto de Barajas, antes de iniciar su primer vuelo transatlántico (Iberia / Fototeca Paloma Jose Julio)

La aviación que actualmente conocemos es quizá una de las mejores demostraciones de lo que el ser humano, cuando no se dedica a hacerse la vida imposible, es capaz de conseguir. Volar es sencillo, volar es seguro, volar es cómodo. No tiene casi ninguna novedad digna de mención para el usuario de hoy. Conectarte a la página web de la aerolínea deseada, buscar los enlaces que convengan, pagar, y punto. Lo siguiente es dirigirte al aeropuerto deseado…y a volar.

Sin embargo, la aviación era algo bien distinto hace setenta años. Cierto es que había cambiado mucho tras la Segunda Guerra Mundial, que, a precio de sangre, la había hecho madurar y convertirla en un arma formidable y precisa. Los militares aliados vencedores podían trasladarse de un sitio a otro con mucha más seguridad, y los civiles podrían hacerlo también. Pero de ahí a lo que se ha convertido ahora, media todo un mundo. A finales de los años cuarenta, una nueva generación de aviones de pistón cruzaban de nuevo Europa y con cada vez más frecuencia el Atlántico, pero ni el ciudadano medio concebía a la aviación como un servicio a su alcance, ni la aviación misma se había desembarazado aún de sus estructuras y procedimientos militares.

Por eso, y por otras razones, tenemos que hacer justicia al recordar que se han cumplido recientemente los setenta años del primer vuelo comercial a América por parte de una aerolínea española, Historia de la aviación española a la que no se le debe restar ni un ápice de importancia, ya que reabrió vínculos perdidos, muchos de ellos dormidos en las páginas de viejos libros… Continue reading

Los aviones presidenciales de los Estados Unidos: Los otros «Air Force One»

Impresionante Imagen del Air Force One en el aeropuerto de Seattle (SEA), con el presidente Obama despidiéndose a pie de escalerilla, en una visita fechada Noviembre de 2013(Official White House Photo by Pete Souza)

Impresionante imagen del Air Force One en el aeropuerto de Seattle (SEA), con el presidente Obama despidiéndose a pie de escalerilla, en una visita fechada en noviembre de 2013 (Official White House. Photo by Pete Souza)

Leo en varias publicaciones electrónicas y de papel del mundo aeronáutico que el gobierno de Barack Obama pretende sustituir los dos aviones presidenciales de que dispone, los archifamosos Air Force One por nuevos aparatos más modernos. Hay que decir que, a priori, el término Air Force One se utiliza para describir a cualquier avión que lleve al Presidente de los Estados Unidos a bordo, pero, desde los años sesenta del pasado siglo, designa a los aviones específicos que se encargan de su transporte, actualmente los dos Boeing 747-200B (designación militar VC-25A) y numerados como 28000 y 29000.

Como no podría ser de otra manera, la Fuerza Aérea norteamericana, que es quien opera esta mimada flota, se ha decantado por la última versión del célebre Jumbo.  Continue reading

Curtiss C-46 Commando: Triunfo en la Sombra

Con setenta años a sus espaldas, este Curtiss C-46 Commando de Buffalo Airways reposa listo para otra jornada de trabajo en las Tierras del Noroeste canadiense. La garza de Lufthansa permanece de los tiempos en que operaba con la aerolínea germana, medio siglo atrás.

Con setenta años a sus espaldas, este Curtiss C-46 Commando de Buffalo Airways reposa listo para otra jornada de trabajo en las Tierras del Noroeste canadiense. La garza de Lufthansa permanece de los tiempos en que operaba con la aerolínea germana, medio siglo atrás.

Hubo un tiempo en que la televisión que me tuvo enganchado mucho tiempo a los canales de documentales. Verdaderamente es un fenómeno social la proliferación de realities que versan sobre cualquier tema, a cual más descabellado. Que si unos zumbados que hacen acuarios, mientras otro tipo que se dedica a devorar platos gigantes de comidas, otros que se llevan coches embargados por la fuerza, o revientan trasteros, por no decir las casas de empeño (sinceramente, seguir a la familia de Las Vegas es más aprovechable que a los matones de Detroit). Yo me quedo, evidentemente con los realities que tengan un mínimo de credibilidad, como los camioneros en el hielo, mecánicos británicos que dejan como nuevos coches sensacionales y, sobre todo, de aviones. Digo esto porque hubo una serie de aviación que me encantaba (descartemos la magnífica Mayday Catástrofes Aéreas porque no se trata precisamente de un reality): Pilotos del Ártico (Ice Pilots NWT), que cuenta la historia del día a día de una aerolínea que opera en uno de los entornos más complicados y duros del mundo, como es el helado Noroeste del Canadá. Pero si es interesante el día a día de las operaciones de la aerolínea, es porque es a través de una flota de aviones cuya edad ronda los sesenta años como mínimo. Buffalo Airways, que es como se llama esta peculiar compañía cuenta con unos cincuenta aviones para efectuar servicios regulares de transporte de pasajeros o carga, incluyendo eternos bimotores Douglas DC-3, cuatrimotores Douglas DC-4 y algunos turbohélices Lockheed Electra. Auténticas leyendas de la aviación. Sin embargo, el que más me llamó la atención fue un bimotor de formas menos agraciadas que el eterno Dakota, aunque bastante más grande. El morro, visto de frente, asemeja un par de labios a punto de dar un beso al espectador. Curioso, sin duda. Verdaderamente oscurecido ante las mencionadas joyas de la aviación, es éste otro de los aviones que tuvieron la mala suerte de volar en la misma época que un avión archifamoso que oscureció la historia de cualquier rival. Hablamos del Curtiss C-46 CommandoContinue reading