Antonov An-225 Mrya: Final del Sueño

El An-225 Mrya con el Transbordador Espacial Buran aproximándose a Le Bourget el 7 de junio de 1989. Era la presentación ante el mundo occidental del avión más grande jamás construido (AP Photo/Michel Lipchitz).

El An-225 Mrya con el Transbordador Espacial Buran aproximándose a Le Bourget el 7 de junio de 1989. Era la presentación ante el mundo occidental del avión más grande jamás construido (AP Photo/Michel Lipchitz).

para hacer este post he tenido que modificar una gran cantidad de valoraciones, precisiones y sobre todo conceptos. Digo esto porque erróneamente pretendí incorporarlo a la larga serie de posts dedicados a ejemplos de gigantescos mastodontes construidos por los grandes y famosos equipos de diseñadores aeronáuticos de origen ruso. Desde Sikorsky con su Ilya Mourometz de la Primera Guerra Mundial hasta los Tupolev diseñados antes y después de las purgas, todos tuvieron una génesis rusa. Pero los aviones de Antónov no son específicamente rusos. Simplificando, solo podremos admitir que fueron soviéticos, pero ante todo y sobre todo son genuínamente ucranianos. Y no porque su fundador lo fuera, ya que Oleg Konstantínovich Antónov nació cerca de Moscú, sino porque Antónov ASTC es una empresa ucraniana radicada en Kiev, perteneciente a la URSS en su fundación, pero desde 1991 en manos estatales ucranianas. Y este mastodonte, el más grande de todos dentro de la tradición de una compañía especializada en los grandes aviones de transporte, es un símbolo de un tiempo pasado, un gigantesco aeroplano que acompañó simbólicamente el propio colapso de la Unión Soviética. En la bisagra que va desde 1989 a 1995, el gigantesco bloque soviético se desintegró, congelando todos los proyectos militares y espaciales en curso. Es que el Antonov An-225 Mrya (sueño) nació como una insignia soviética y hasta ahora había sobrevivido como monstruoso carguero ocasional ucraniano. Desgraciadamente el terrible conflicto de Ucrania, que como invasión que es, de un estado a otro, es de difícil solución y nulo entendimiento, ha puesto fin a su operatividad. El más grande de los aviones, el más espectacular, fue gravemente dañado al inicio de la invasión, el 24 de febrero de este deprimente año pasado de 2022, en su hangar de Gostómel. También representa el fin de un símbolo, de una época, de eso que ficticiamente se llama globalidad, porque el ser humano no sabe vivir sino es en bloques enfrentados.

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