Aviación y Cine (XVII): Midway

Richard Best (Ed Skrein), a los mandos de su Dauntless, matrícula 6B-1. Perteneciente al Escuadrón de bombardeo VB-6 del portaviones USS Enterprise, Best alcanzó de lleno al portaaviones japonés Akagi en la mañana del 4 de junio de 1942, impactando en el Hiryu aquella misma tarde (https://www.fanreviewstv.com/).

Richard Best (Ed Skrein), a los mandos de su Dauntless, matrícula 6B-1. Perteneciente al Escuadrón de bombardeo VB-6 del portaaviones USS Enterprise, Best alcanzó de lleno al portaaviones japonés Akagi en la mañana del 4 de junio de 1942, impactando en el Hiryu aquella misma tarde (https://www.fanreviewstv.com/).

Con muchas reservas acudí a ver esta película tras haber visto el trailer. Sinceramente no creía que fuera a ser otra cosa que una entretenida cinta de acción, llena de aviones hechos por CGI y personajes salidos de comics de acción o de posters de pin-ups. La cosa no es que fuera a cambiar demasiado tras salir del cine, pero debo reconocer que, sin llegar a llegarle a la cintura de la marmórea “La Batalla de Midway” (Jack Smight, 1976), es una suficientemente digna película de aquella histórica batalla naval que ciertamente cambió el curso de la Guerra en el Pacífico. Continue reading

La Guerra del Fútbol: 50 años después

Tripulación de un Corsair FG-1D salvadoreño, entre ellos el Capitán Reynaldo Cortez, muerto en combate aéreo con el capitán hondureño Fernando Soto, el 17 de julio de 1969 (FAS).

Tripulación de un Corsair FG-1D salvadoreño, entre ellos el Capitán Reynaldo Cortez (centro), muerto en combate aéreo con el Capitán hondureño Fernando Soto, el 17 de julio de 1969 (FAS).

En 1969, cuando el mundo de la aviación mostraba que un pasajero podría volar más rápido que el sonido a bordo del novísimo Concorde, la tripulación del Apolo XI se acercaba a la órbita de la luna para poner un pie en su superficie y dar el gran paso para la humanidad, y que al otro lado del Atlántico el gigante norteamericano Boeing acababa de hacer volar al avión de pasajeros más grande del mundo, el tetrarreactor 747; cuando en Vietnam la USAF y la aviación norvietnamita se enfrentan en la noche con reactores supersónicos como Phantoms y MiGs, hubo un extraño conflicto armado en Centroamérica entre El Salvador y Honduras provocado por la creciente tensión fronteriza y poblacional entre ambos y cuyo detonante fue una eliminatoria entre sus dos selecciones de fútbol para la Copa del Mundo de 1970. Un conflicto armado que en el aire enfrentó por última vez en la historia  a aviones de combate con motores de pistón: Fue la llamada Guerra de las Cien Horas, Guerra del 69, Guerra de Legítima Defensa, o, como se conoce internacionalmente, aunque sin razón verdadera (porque siendo el detonante, no fue el causante real, como veremos) como Guerra del Fútbol. Y esta es la historia.

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Anécdotas e Historias Aeronáuticas del Empire State Building

El Empire State sobresale de entre la niebla envuelto en humo, tras la colisión de un B-25 contra su cara norte, a la altura del piso 79 (http://www.huffingtonpost.co.uk/)

El Empire State sobresale de entre la niebla envuelto en humo, tras la colisión de un B-25 contra su cara norte, a la altura del piso 79, un 28 de julio de 1945. (http://www.huffingtonpost.co.uk/)

Los grandes rascacielos son una de mis grandes debilidades. Sorprenden e imponen, y como los grandes castillos  y catedrales del medievo, muestran sin rubor el estatus y el poder de sus propietarios o de sus constructores. La altura fue, y sigue siendo, su mayor argumento de prestigio, y muchas veces también ha terminado siendo su perdición. Nueva York, la ciudad de ciudades, tiene los ejemplos más famosos y formidables: El One World Trade Center, inaugurado en 2013, junto al espacio de las malogradas Torres Gemelas, el MetLife Building, hogar de halcones peregrinos y construido para la entonces todopoderosa PanAm en 1963, el Metropolitan Life Tower, inspirado en la Plaza de San Marcos de Venecia y el más alto del mundo cuando se acabó en 1909, y mi favorito, el Chrysler Building, una preciosidad Art Decó que representa el poderío del gigante automovilístico americano, mostrando elementos de los automóviles de aquella época, precisamente en los estertores de aquellos “felices veinte”. Tapacubos y emblemas de radiador, brillantes en metal pulido. Busquen por Internet y entenderán lo que les digo.

Sin embargo, ninguno de ellos ha sido capaz de eclipsar al más famoso de todos, uno de los símbolos de la ciudad (usted perdone, Miss Liberty) y posiblemente uno de los primeros en el inconsciente de los norteamericanos. Maravilla de la ingeniería y ejemplo de toda una época, legado del ser humano capaz de superar, cuando se lo propone, todas las dificultades que se encuentre. Mil veces fotografiado y otras tantas filmado, protagonista directo o indirecto del celuloide…efectivamente, hablamos del Empire State Building. Continue reading

La Tragedia de Lastras: El Accidente Aéreo del Savoia SM.81

El SM.81 21-52 en aproximación de aterrizaje en el aeródromo de La Virgen del Camino, en León (©Juan Ramos / http://www.aviationcorner.net).

El SM.81 21-52 en aproximación de aterrizaje en el aeródromo de La Virgen del Camino, en León (© Juan Ramos / www.aviationcorner.net).

En la actualidad, las corrientes de la Historiografía abogan por el desarrollo de la llamada Microhistoria o Historia Local. Frente a los grandes compendios o síntesis existe una forma diferente (y complementaria), para comprender mejor nuestro pasado. Sin duda, es lo que definimos como el estudio integral de una sociedad concreta. Ante todo, y sobre todo, la Historia ha de mostrar al hombre en su extensión más cercana, ya que ello le permite fomentar una conciencia de autoestima muy difícil de valorar de otro modo. Así se puede valorar mejor tu pasado para aplicarlo al presente, y como no, al futuro de una comunidad, pudiendo tener un mejor sentido de conciencia cívica, que es de lo que se trata.

Con el desarrollo exponencial del acceso a Internet y el activo uso del mismo para su aplicación en las Redes Sociales, pueden aplicarse estos conceptos del estudio de nuestro pasado de una forma más accesible para el gran (o pequeño) público, facilitando el reconocimiento de nuestra región, nuestra ciudad o nuestro pueblo, ya que solo necesitamos una buena conexión y un motor de búsqueda. Hay muchos y buenos ejemplos de internautas y bloggers que se esfuerzan, con los recursos disponibles, en recordar sus historias locales, con el fin primario de compartirlas, pero, al mismo tiempo, de preservarlas para que no queden en el olvido.

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El Escudo Ferrari y el origen del Cavallino Rampante

Francesco Baracca posa junto a su potente SPAD S.XIII con el cavallino rampante en el costado de babor del fuselaje (fuente: defencetalk.com)

Francesco Baracca posa junto a su potente SPAD S.XIII con el cavallino rampante en el costado de babor del fuselaje. (defencetalk.com)

Cuantísimo se ha escrito sobre la historia de la más famosa de las marcas de automóviles de lujo: Ferrari… de la historia de la marca, del perfil de su creador, de sus éxitos y fracasos, y de sus mejores y más famosos tópicos. El color rojo inimitable, la herencia Alfa Romeo, los mejores pilotos de Fórmula 1 o Gran Turismo que los han pilotado. Otras marcas han batallado con el fabricante de Maranello para arrebatarle ese papel universal que sin embargo nadie ha sido capaz de suprimir (y lo dice un fanático de los mejores Pegaso de los cincuenta, orgullo de una España ya muy lejana).

Quizá no haya mejor icono para identificar a Ferrari que su propio emblema, el eterno cavallino rampante, símbolo de potencia y orgullo, pintado en color negro sobre un fondo amarillo. Más de un aficionado ya sabrá que su origen parte en el emblema personal de un as de la aviación italiana durante la Primera Guerra Mundial, Francesco Baracca, posiblemente el mejor aviador en el bando transalpino durante aquella denominada “Gran Guerra”. Pero, ¿sabemos realmente como ha llegado ese escudo a lucir en los famosos y rojos coches deportivos diseñados por Enzo Ferrari? Continue reading

Los Fantasmas del Vuelo 401 de Eastern Airlines

La mayoría de las personas, aunque les atraiga como fenómeno, siguen pensando que en realidad, los fantasmas no existen y que todo se encuentra en nuestra capacidad de ser sugestionados. Que, desde luego, podemos encontrar siempre una explicación racional para cada cosa. Por tanto, se acabaron los tiempos de la creencia en los espectros que pasean en lugares abandonados, olvidados por los vivos, y de las ánimas en pena que ocupan buques fantasmas a los que solo se ve en las noches de niebla, porque la verdad es que la propia oscuridad ha desaparecido de casi todas partes. Casas encantadas y fenómenos inexplicables que muchas veces son, definitivamente, fruto de la sugestión. O al menos, eso es lo que dicen.

La tripulación técnica del fatídico vuelo 401. De izquierda a derecha, el Comandante Robert Loft, el Primer Oficial Bert Stockstill y el Ingeniero de Vuelo Donald Repo.

La tripulación técnica del fatídico vuelo 401. De izquierda a derecha, el Comandante Robert Loft, el Primer Oficial Albert Stockstill y el Ingeniero de Vuelo Donald Repo.

Para mí, sin embargo, lo paranormal sigue teniendo mucho peso y valor (diría que mucho más que antes), y continúan vigentes muchísimos casos paranormales para los que en la actualidad, con la gran cantidad de tecnología de la que disponemos, no ha podido encontrarse una explicación racional. Y como siguiendo la larga tradición de buques embrujados o malditos, del Mary Celeste, el SS Baychimo, el Ourang Medan o el Marlborough, sus hermanos del aire, los aviones, a pesar de su vanguardismo, de su tecnología y de su asepsia actual, también cuentan con sus páginas oscuras y sus enigmas.

Hace unas cuantas semanas pude ver, en el único programa de televisión al que profeso una devoción y fidelidad inquebrantable, Cuarto Milenio, que comanda (precisamente en la denominada Nave del Misterio) un excepcional profesional como es Iker Jiménez, la sobrecogedora historia del Vuelo 401. El piloto comercial Ignacio Rubio, habilitado para el vuelo con Airbus A320, desgrana junto a Iker una historia de fantasmas en un entorno que precisamente no es muy propicio para este tipo de temas y del que hay literatura, sinóptica y apócrifa muy abundante. Algo que mezcla lo trágico con lo inexplicable y que merece unas buenas líneas en este humilde rincón de la aviación, cuando precisamente hoy se cumplen cuarenta y cinco años de este terrible accidente. Continue reading