En la actualidad, las corrientes de la Historiografía abogan por el desarrollo de la llamada Microhistoria o Historia Local. Frente a los grandes compendios o síntesis existe una forma diferente (y complementaria), para comprender mejor nuestro pasado. Sin duda, es lo que definimos como el estudio integral de una sociedad concreta. Ante todo, y sobre todo, la Historia ha de mostrar al hombre en su extensión más cercana, ya que ello le permite fomentar una conciencia de autoestima muy difícil de valorar de otro modo. Así se puede valorar mejor tu pasado para aplicarlo al presente, y como no, al futuro de una comunidad, pudiendo tener un mejor sentido de conciencia cívica, que es de lo que se trata.
Con el desarrollo exponencial del acceso a Internet y el activo uso del mismo para su aplicación en las Redes Sociales, pueden aplicarse estos conceptos del estudio de nuestro pasado de una forma más accesible para el gran (o pequeño) público, facilitando el reconocimiento de nuestra región, nuestra ciudad o nuestro pueblo, ya que solo necesitamos una buena conexión y un motor de búsqueda. Hay muchos y buenos ejemplos de internautas y bloggers que se esfuerzan, con los recursos disponibles, en recordar sus historias locales, con el fin primario de compartirlas, pero, al mismo tiempo, de preservarlas para que no queden en el olvido.