Si hay una actividad que afecta, relaciona y condiciona cualquier otro comportamiento o hecho en la sociedad del último siglo es el fútbol. No negaré mi gran afición a él, así que si puede relacionarse con mi otra gran pasión que es la aviación, pues mejor que mejor. Y es que el pasado 4 de mayo se cumplieron años de una de las mayores tragedias relacionadas con el mundo del fútbol: el accidente aéreo de Superga. A mediados de los años cuarenta, con la guerra aun fresca en la memoria de todos, el fútbol volvía a ser la mejor manera para devolver la ilusión a las personas, olvidarse de los problemas cotidianos, de la miseria de una Europa destruida y tener un aliciente, un vínculo y un motivo de orgullo. Y traspasando los seis años de conflicto, un equipo seguía reinando en Europa, el Torino A.C. Por su combinación de velocidad, calidad técnica y pegada en el remate, se trataba de un conjunto temible, y su hegemonía en el Calcio, absoluta. Hasta el final…