Una planicie solitaria y desértica. Cary Grant/Roger O. Thornill se baja de un plateado autobús de la Greyhound a esperar a alguien, en mitad de la nada, sin saber realmente qué pasa y a quién esperar. Se suceden varios minutos tensos, sin ningún tipo de música, en los que el protagonista mira los coches que pasan. De pronto, aparece un segundo hombre en la cuneta opuesta. Más tensión. Seguidamente, el hombre, al oír un ruido lejano comenta: «Qué raro, ese avión está fumigando donde no hay cosechas». Se sube a otro autobús de línea y desaparece. Y en esos instantes el avión comienza a acercarse volando bajo…Así comienza una de las más memorables y emocionantes escenas de la historia del cine. Una escena para cinéfilos. Y una escena con tres protagonistas: Un imperial Cary Grant, la lente prodigiosa de Alfred Hitchcock y nuestro tercer actor: un Boeing-Stearman 75. Continue reading