El desarrollo del ANT-20, el avión terrestre más grande del mundo durante los años treinta, un verdadero reto tecnológico para la firma rusa dirigida por el ingeniero Andrei M. Túpolev y para la propia industria aeronáutica soviética, heredaba soluciones tecnológicas de otro gran avión como había sido el ANT-14 «Pravda», así como de proyectos militares experimentales como el bombardero pesado ANT-16, pero sobre todo, suponía la máxima expresión de lo que la nueva URSS deseaba proyectar al mundo: la superioridad soviética como régimen y como realidad social de progreso. Para ello, la tecnología cumplía un papel fundamental, y la función de la nueva aviación como aparato de propaganda, resultaría definitiva para el desarrollo de este mastodonte metálico.
El germen de la construcción de este aeroplano comienza en 1932, cuando la Unión de Escritores y Editores Soviéticos, encabezada por Mikhail Koltsov, que deseaba conmemorar el cuadragésimo aniversario del comienzo de la carrera literaria de un escritor tan sobresaliente y tan afecto por otro lado al nuevo régimen soviético como Maksim Gorky, solicitó la construcción de una gran aeronave bautizada con su nombre para que realizara una importante campaña publicitaria por lo largo y ancho del vasto estado soviético. Continue reading