Las otras Fortalezas Volantes (III): Nakajima G8N1 Renzan

Vista lateral de un G8N1. Puede observase la posición defensiva ventral del aeroplano. Los norteamericanos evaluaron satisfactoriamente el aparato tras la guerra

Vista lateral de un G8N1. Puede observase la posición defensiva ventral del aeroplano. Los norteamericanos evaluaron satisfactoriamente el aparato tras la guerra

A pesar del tópico de los frágiles y pequeños aviones japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, también la industria nipona fue capaz de diseñar su «fortaleza volante», aunque de bien poco le sirviera. Hablamos del cuatrimotor Nakajima G8N1 Renzan (Cordillera, en la línea de identificar a los aeroplanos japoneses con nombres evocadoramente poéticos).

Uno de los Nakajima G5N Shinzan construidos para la marina imperial en 1939. Derivado del desechado Douglas DC-4E, sus prestaciones eran decepcionantes y terminó como transporte

Uno de los Nakajima G5N Shinzan construidos para la marina imperial en 1939. Derivado del desechado Douglas DC-4E, sus prestaciones eran decepcionantes y terminó como transporte

El primer intento de los militares japoneses para contar con un cuatrimotor de bombardeo pesado y largo radio de acción parte de 1939. La Armada japonesa estaba interesada en un avión capaz de transportar una importante cantidad de bombas o torpedos a una distancia de al menos tres mil millas náuticas. La falta de experiencia de los ingenieros nipones con aviones cuatrimotores les lleva a adquirir el único ejemplar construido del prototipo experimental de transporte de pasajeros Douglas DC-4E, avión que fue evaluado por la compañía norteamericana United y cuyas prestaciones no convencieron a dicho operador civil. Mediante la ingeniería inversa, la compañía Nakajima construyó un cuatrimotor de ala baja y tren triciclo, propulsado por cuatro Nakajima NK7A Mamori 11.

Posiblemente así se encontraron los norteamericanos este G8N en un hangar abandonado. El avión aparece completo pero carece de armamento defensivo

Posiblemente así se encontraron los norteamericanos este G8N en un hangar abandonado. El avión aparece completo pero carece de armamento defensivo

El diseño de la cola bideriva fue modificado, pero del Douglas original se mantuvo el diseño de las alas y la instalación de los grupos motores. El avión terminado, designado como Nakajima G5N Shinzan, fue sin embargo un modelo insatisfactorio y de mediocres prestaciones (además de, por qué no decirlo, bastante feo), por lo que no fue fabricado en serie y los seis ejemplares terminados acabaron sirviendo para la Marina como transportes.

Tras esta negativa experiencia, la Armada aparcó este tipo de proyectos durante tres años. Las armas japonesas cosechaban rápidas y contundentes victorias y los bimotores de la Mitsubishi G3M y G4M, sin blindaje ni armamento pesado, eran capaces sin embargo de operar a distancias descomunales, cargados hasta la bandera de combustible. Pero en 1942 la suerte comenzó a declinar. Las experiencias demostraron que la maniobrabilidad y la autonomía no lo eran todo y que para operar a largas distancias, la fórmula cuatrimotor era necesaria para conseguir unas mínimas garantías de éxito en el bombardeo estratégico.

Otra imagen del G8N1 capturado. Obsérvese los grandes radiales Nakajima Homare y sus hélices cuatripalas

Otra imagen del G8N1 capturado. Obsérvese los grandes radiales Nakajima Homare y sus hélices cuatripalas

Así, en 1943, la firma Nakajima recibió el encargo de preparar un nuevo avión, siendo recibidas las especificaciones en septiembre de aquel año. El nuevo bombardero debería ser cuatrimotor, ser capaz de alcanzar los 590 kilómetros por hora y trepar hasta los ocho mil metros en veinte minutos, con una carga ofensiva de cuatro toneladas de bombas, 7.500 kilómetros de autonomía máxima y un fuerte armamento defensivo. Ante estos restrictivos y exigentes condicionantes, los ingenieros japoneses respondieron bien al difícil reto, diseñando un esbelto cuatrimotor de ala media, notable envergadura y unas muy buenas cualidades aerodinámicas.

Tenía una moderna estructura de aterrizaje con tren triciclo y estaba propulsado por cuatro enormes radiales Nakajima Homare que, con sistema de inyección de agua-metanol, aportaban ocho mil caballos de fuerza durante el despegue. De su defensa se encargaban cuatro torretas automáticas en el morro, la panza, el dorso y la cola del avión, así como dos ametralladoras en los costados, éstas accionadas manualmente.

El Nakajima G8N1 Renzan capturado por los norteamericanos aparece aquí en esta foto, estacionado junto a un Beech C-45 (fuente USAF)

El Nakajima G8N1 Renzan capturado por los norteamericanos aparece aquí en esta foto, estacionado junto a un Beech C-45 (fuente USAF)

El nuevo avión, denominado G8N y bautizado como Renzan (cordillera), voló a finales de 1944, quedando muy sorprendidos con las prestaciones del modelo. Conocidos por los aliados con el nombre mucho más prosaico de «Rita», las previsiones de construcción en serie se cuantificaban en 64 unidades al mes para septiembre de 1945, pero Japón estaba mucho antes demasiado derrotado y desarticulada su industria para poder llegar, ni en sueños, a dicha cifra. Cuando a principios de aquel terrible año de 1945 comenzó el programa de fabricación, ni Nakajima ni nadie tenía materias primas para construir aviones de aquella envergadura, y la escasez de aluminio (vital en la construcción de aquel pájaro) era angustiosa. Solo pudieron, mal que bien, concluirse cuatro ejemplares hasta junio de 1945, que pudieron efectuar tan solo unos escasos vuelos de prueba entre ataque aéreo y ataque aéreo. Milagrosamente, los norteamericanos capturaron intacto uno de los aviones y, trasladado a los Estados Unidos, fue evaluado. Las conclusiones obtenidas indicaron que se trataba de un avión con grandes posibilidades, competitivo en combate y agradable de volar. Pero la guerra empezaba en aquellos tiempos a convertirse en un mal recuerdo y aquel último Renzan fue pasto de la cizalla. Por muy evocador y poético que fuera su nombre…

Nakajima G8N1 RenzanEspecificaciones Nakajima G8N1 Renzan (Rita):

  • Origen: Nakajima Hikoku K.K..
  • Planta motriz: Cuatro motores radiales refrigerados por aire, de 18 cilindros en doble estrella Nakajima NK9K-L Homare 24, de 2.000 hp al despegue cada uno.
  • Dimensiones: Envergadura: 32,54 m. Longitud: 22,94 m. Altura: 7,20 m.
  • Pesos: Vacío: 17.400 kg. Peso cargado: 26.800 kg. Máximo al despegue: 32.150 kg.
  • Prestaciones: Velocidad Máxima: 592 km/h a 8.000 metros. Velocidad de Trepada: 457 m/min. Techo de servicio: 10.200 m. Alcance operativo: 7.250 km.
  • Armamento: Seis cañones automáticos Tipo 99 de 20 mm en torretas ventral, dorsal y caudal; dos ametralladoras Tipo 2 de 13,2 mm en torreta de proa; dos ametralladoras Tipo 2 de 13,2 mm en los costados del fuselaje. Capacidad máxima de bombas: 4.000 kg.
  • Tripulación: 10.

Bibliografía consultada:

Angelucci, E.; Matricardi, P. (1979). Aviones de todo el mundo. Tomo IV: La Segunda Guerra Mundial (II parte). Madrid: Espasa-Calpe.

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