A pesar del tópico de los frágiles y pequeños aviones japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, también la industria nipona fue capaz de diseñar su «fortaleza volante», aunque de bien poco le sirviera. Hablamos del cuatrimotor Nakajima G8N1 Renzan (Cordillera, en la línea de identificar a los aeroplanos japoneses con nombres evocadoramente poéticos). Continue reading