Está más que comprobado que la Historia la escriben los grandes hechos y las grandes decisiones, pero en modo alguno pueden escapar (y durante todas las épocas ha sucedido) a lo que podríamos denominar como imponderables. Un plan militar bien concebido puede verse totalmente modificado por estos pequeños detalles que se escapan al control humano. Una tormenta traicionera, un teléfono que no funciona, unas señales mal interpretadas, pueden llevar al éxito o al fracaso. También es cierto que otras muchas veces pasa «lo que tenía que pasar», pero hay ejemplos que permiten analizar como un hecho puntual cambia el devenir de los acontecimientos. En este y otro post que pronto publicaremos, hablaremos de dos accidentes que cambiaron las páginas de nuestra amarga Guerra Civil. Hace de su inicio casi ochenta años y tristemente muchos aún hablan de ella como si fuera algo de ayer mismo. No es aquí nuestra intención ni mucho menos, sino relacionar una vez más la Historia con la Aviación. Por tanto, veamos como el primer Jefe del Alzamiento de 1936, el General Sanjurjo, pereció en un accidente aéreo justo cuando el Golpe militar se convertía en una guerra fratricida…
El 20 de julio de 1936, el piloto Juan Antonio Ansaldo aterrizó en un aeródromo de fortuna en La Marinha, alineado con la Boca do Inferno junto a Cascais, en Portugal. Pilotaba una ágil De Havilland DH.80 Puss Moth, matrícula EC-VAA. Un avión de fabricación británica de uso turístico y con unas buenas prestaciones para su tamaño. Su misión era recoger al General Sanjurjo desde su exilio en Lisboa y trasladarlo urgentemente al aeródromo burgalés de Gamonal para que se pusiera al frente de las tropas sublevadas en España.
El general José Sanjurjo Sacanell, el llamado León del Rif, era considerado como jefe supremo del Alzamiento por los dos grandes círculos conspirativos contra la Segunda República, esto es, la Junta de Generales y la Unión Militar Española (UME). Y nadie en aquel momento cuestionaba su liderazgo. De estirpe carlista, no solo era aceptado por ellos sino también por el común de las derechas españolas como un ídolo. El rey le había otorgado el marquesado del Rif por su eficaz labor pacificadora en Marruecos tras Alhucemas. Totalmente desafecto a Azaña, fue el principal activo del intento de Golpe de Estado contra la Segunda República en agosto de 1932. Está comprobado que Sanjurjo pretendía, una vez conseguidos los objetivos pretendidos tras el Golpe Militar, consolidar una Restauración monárquica en la figura del exiliado rey Alfonso XIII. No eran esos los ideales que albergaban militares como Mola, Cabanellas o Queipo de Llano, sin duda afines a la continuidad de un sistema republicano, pero depurado y con un cariz bien diferente al que en esos momentos había en España. Pero con su preeminencia es muy probable que hubiera cumplido con sus compromisos.
En cuanto al propio Ansaldo, era éste un ferviente monárquico y miembro de Falange Española desde 1934. Habiendo combatido en Marruecos, fue desde el primer momento un activista contra el gobierno republicano, participando en La Sanjurjada que antes hemos mencionado. Verdaderamente no hubo intento de conspiración contra la República en la que él no participase, desde 1931 hasta 1936. Y gusto le cogió a la cosa, ya que después de la guerra se convirtió en un conspirador contra el general Franco, despechado por la clara decisión por parte del nuevo Jefe de Estado de no recuperar la Monarquía para España (no es de extrañar que huyese a Francia en 1943).
Sanjurjo subió a bordo del avión tras despedirse de sus allegados (entre los que se encontraba su esposa) y Ansaldo se dispuso a despegar. Según parece, el piloto advirtió a Sanjurjo del exceso de equipaje que llevaba, con una pesada maleta que incluía su uniforme completo de general. Aplicó gases y la Puss Moth se elevó dificultosamente, pero rozó con las copas de unos árboles y se precipitó a tierra. Ansaldo pudo salvarse in extremis, pero Sanjurjo pereció entre los restos incendiados del avión, aún atado a su asiento.
Hay muchas controversias sobre el accidente, aunque la verdad es que, aparte de causas técnicas, no parece que hubiera una conspiración para acabar con el veterano militar. Ansaldo era un acérrimo monárquico y comulgaba totalmente con el León del Rif. Posiblemente, las malas condiciones del aeródromo (un campo de fortuna) impidieron efectuar correctamente el despegue, unido a un falla de motor y a la posibilidad de que el aeroplano fuera sobrecargado. El propio Ansaldo contó que al despegar notó una fuerte sacudida y una trepidación, que atribuyó a una fractura en una de las ruedas del tren. Al ganar altura pensaba que la trepidación acabaría, pero no fue así, por lo que inmediatamente pensó que una de las palas de la hélice se había partido, por una piedra o rozar con el terreno así que trató de aterrizar de emergencia en un prado contiguo, pero el avión chocó con una valla de piedra que lo circundaba.
La muerte de Sanjurjo conllevará la desaparición inmediata de una posibilidad a corto plazo de Restauración, sino también la creación de una Junta de Defensa Nacional, presidida por el veterano general Miguel Cabanellas, y compuesta por militares preeminentes, con el fin de rellenar ese vacío de poder y sobre todo, de crear un nuevo mando único que permita coordinar adecuadamente el esfuerzo de guerra. En dicha Junta, el general Franco, sin rivales de peso, aplicará su influencia, ya que comandaba el Ejército de África, el más potente de los cuerpos militares españoles, para salir, ya avanzada la guerra (y fracasado el Alzamiento), convertido en Generalísimo hasta 1939, y Jefe del Estado hasta su muerte en 1975.
Visto todo ello, es bueno plantearse que hubiera sucedido si ese pequeño avión hubiera despegado desde aquel campo de vuelo en Cascais y hubiera llevado a Sanjurjo a Burgos. Posiblemente las reglas del juego hubieran sido bien distintas, y muchos de los protagonistas de nuestra incivil Guerra Civil hubieran cambiado su orden de importancia. Sea como fuera, solo son fruto de las especulaciones, pero la verdad es que impresiona comprobar como una serie de pequeños detalles o casualidades pueden cambiar, y en tan gran medida, el curso de la Historia.
Especificaciones De Havilland DH.80A Puss Moth:
- Origen: De Havilland Aircraft Company Limited.
- Planta motriz: Un motor de 4 cilindros invertidos en línea De Havilland Gipsy III, refrigerado por aire, de 120 hp al despegue.
- Dimensiones: Envergadura: 11,2 m. Longitud: 7,6 m. Altura: 2,1 m.
- Pesos: Vacío: 575 kg. Máximo al despegue: 932 kg.
- Prestaciones: Velocidad Máxima: 196 km/h a altura crucero. Techo de servicio: 3.335 m. Alcance: 483 km.
- Pasajeros: 1/2.
- Tripulación: 1.
Bibliografía consultada:
De la Cierva, R. (2000). Franco. La Historia. Madrid: Editorial Fénix.
De la Cierva, R. (1970). Historia ilustrada de la Guerra Civil Española. Editorial Danae.
Muñoz Heras, M. (2010). La aviación 1936-1939. Madrid: Libro Hobby Club.
Pecker, B.; Pérez Grange, C. (1983). Crónica de la aviación española. Madrid: Silex Ediciones.
Todo el tema del accidente, se reduce al incendio de dicha avioneta, cosa anormal e infrecuente en este tipo de avión,
y que abre todo un conjunto de «incógnitas».
Otro tema que no se entiende, es lo del peso de la maleta llena de uniformes y medallas, para entrar en Madrid de gala,
no se entiende esta actuación en un 20 de julio cuando el «golpe» había fracasado, y lo de entrar en Madrid quedó en un sueño, y el General lo sabía.
Otro tema era el viaje, pues con tantas dificultades y con aquella frágil avioneta, pudo haberlo intentado por carretera.
Otro tema es la supervivencia de Ansaldo en un incendio por gasolina, -con sus gases de efectos mortales y rápidos- que parece ser a él no le afectaron.
Lo correcto hubiera sido, esperar a un Dragón Rapide o similar y llegar a Burgos o Pamplona con plena seguridad.
Claro, que a lo mejor, todo ello no entraba en los planes de «otras Personas». Pero este, es otro tema.
Pues dudoso es que Ansaldo tuviera alguna relación con el accidente, sean unos gases u otros. Nadie, creo, se sube a un avión y estrella el mismo con el riesgo altísimo de matarse. En este caso salió ileso, pero de milagro.
Vejam em baixo. Talvez tenha interesse para o tema:
http://vedrografias2.blogspot.pt/search/label/Aer%C3%B3dromo%20de%20Santa%20Cruz
Muchas gracias! Muy interesantes sugerencias y hay fotografías del avión que no habíamos podido obtener.
Could you give us permission to reproduce the picture of De Havilland DH-80 Puss Moth in a book entitled «Hergé, Tintin et les avions» that will be published next year by Moulinsart or let us know the © owner of the photo and your conditions ?
If you agree, we will need a 300 dpi reproduction of the photo.
I can be contacted at the following address : agnes.roisse@moulinsart.be
Good Evening,
Please, could you advise which picture would you mean?
In any case, our only requirment is advising the name of the source in the mentioned book.
For further details, please contact to us in aerohispanoblog@gmail.com.
Yours sincerely,
Pingback: Los vuelos de los generales