Aviación y Cine (VIII): Los aviones de Indiana Jones

Indy-Lastcrusade01La trilogía de Indiana Jones continúa siendo para mí uno de los recuerdos más queridos y añorados de la adolescencia. Digo sin temor a equivocarme trilogía, porque aquella pálida continuación (Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal) no llega a funcionar, ni de lejos, en el universo mágico del Doctor Jones, recaudaciones millonarias aparte. Por algo será que es la única en la que apenas se hacen bonitos guiños a la aviación…

El Ford Trimotor propiedad de Lao-Che listo para iniciar su vuelo al Himalaya. (Fuente: impdb.org)

El Ford Trimotor propiedad de Lao-Che listo para iniciar su vuelo al Himalaya. (Fuente: impdb.org)

Muchos aviones aparecen en las tres películas originales. Algunos pertenecen a la lista más selecta de momentos únicos del género. Inolvidable es, en Indiana Jones y el templo maldito (Steven Spielberg, 1984) el Ford 5-AT-B trimotor que llevará al Doctor Jones, su amigo y gritón amigo Tapón y la no menos chillona cantante Willie Scott (aunque su interpretación del «Anything Goes» de Cole Porter en el club Obi-Wan merece un gran aplauso) desde la sórdida Shanghái de 1935 a las montañas del Himalaya, tras trepidante huida, con gong rodante incluido, de las garras del malvado Lao-Che. De espectacular calificaremos, en Indiana Jones y la última cruzada (Steven Spielberg, 1989) la huida de Indiana junto a su padre (inolvidable Sean Connery en tal papel) de la Alemania nazi de 1938 a bordo de un gigantesco dirigible alemán (el ficticio LZ-138, que aunque hubiera sido construido, para esta época ya hubiera sido retirado del servicio, ya que la explosión del Hindenburg en 1937 acabó con estos colosos como medios de transporte, y en cualquier caso, incapaz de llevar aviones adosados), tras recibir caricias frisadas con lo sádico en castillos alpinos y gratuitos autógrafos por parte del mismísimo Führer, y su posterior escapada del mismo a bordo de un pequeño biplano (un Stampe V.4 belga) y perseguidos por una especie de Messerschmitt Bf 109B (realmente un Pilatus P-2 suizo de entrenamiento militar) cuyo final, filmado en la playa almeriense de Mónsul resulta apoteósico. Realmente nunca hubo mejor artillería antiaérea que un montón de gaviotas, un paraguas y retener en la memoria las sabias palabras de un tal Carlomagno…

El Stampe et Vertongen V.4 a punto de liberarse del dirigible LZ-138. Se trataba de un biplano de entrenamiento y turismo belga, que voló por primera vez en 1933. La ametralladora trasera es puro atrezzo. Verdaderamente los dirigibles alemanes nunca llevaron aviones adosados (Fuente: impdb.org)

El Stampe et Vertongen V.4 a punto de liberarse del dirigible LZ-138. Se trataba de un biplano de entrenamiento y turismo belga, que voló por primera vez en 1933. La ametralladora trasera es puro atrezzo. Verdaderamente los dirigibles alemanes nunca llevaron aviones adosados (Fuente: impdb.org)

Otros muchos modelos de aeroplanos aparecen fugazmente en la trilogía, acompañando a nuestro protagonista en sus viajes por el mundo: varios Douglas DC-3, un hermoso ejemplar que ilustraba la época dorada de los «Empire Boats«, como fue el hidroavión Short S.45 Solent, etc. Sin embargo, propongo que  nos detengamos en un aeroplano que, curiosamente no existió en realidad, aunque estaba inspirado en otros modelos desarrollados por la industria aeronáutica norteamericana y alemana. Se trata del ala volante que los nazis van a emplear para trasladar el Arca de la Alianza desde El Cairo hasta Berlín en Indiana Jones, en una de las escenas más memorables de En busca del arca perdida (Steven Spielberg, 1981).

Se denomina ala volante a un avión de ala fija y que puede controlarse sin la ayuda de la sustentación distinta de la del ala principal, es decir, sin superficies auxiliares tales como estabilizadores horizontales (un avión sin cola, en otras palabras). Será la propia ala la que contenga los propulsores, el combustible y pasaje y tripulación en su interior y no un fuselaje. Ello supone, precisamente por la ausencia de cualquier otro componente del avión, con excepción del ala misma, una reducción de la resistencia en el aire y una simplificación estructural, aunque en contraprestación, el propio diseño será más complejo.

Horten Ho V. Esta ala volante voló en 1943 e iba propulsada por dos Hirth HM-60R de 80 Hp. Las alas iban recubiertas de material plástico

Horten Ho V. Este ala volante efectuó su primer vuelo en 1943 e iba propulsada por dos Hirth HM-60R de 80 Hp. Las alas iban recubiertas de material plástico, aunque su estructura estaba realizada en madera.

Erróneamente se ha considerado a los hermanos alemanes Walter y Reimar Horten como los precursores de los aviones «todo ala». El ingeniero estadounidense John K. Northrop había ideado en 1929 un ala volante biplaza y monomotor, aunque con dos pequeños y delgados largueros sosteniendo la superficie de cola, denominada Flying Wing X-216H, e incluso tiempo atrás, en la década de 1910 el alemán Hugo Junkers había contextualizado la construcción de alas volantes para el transporte de pasajeros, aunque lo más cerca que estuvo de llevarlo a la práctica fue el Junkers G 38, un cuatrimotor que albergaba en el interior de sus gruesas alas parte del pasaje, aparte de los cuatro motores y el combustible, aunque seguía  disponiendo de un fuselaje convencional. Paralelamente, Northrop había ido mejorando el diseño del ala primigenia, desembocando en su prototipo N-1M, un ala volante pura bimotor impulsada por dos motores Lycoming 0-145 y que efectuó varios vuelos en el año 1941. Se trataba de una buena base de partida, indudablemente. Pero el concepto avanzó lentamente en aquel lado del atlántico, por el momento…

Prototipo del Northrop N-1M. Propulsado por dos Lycoming 0-145 y posteriormente dos Franklin O-335 de mayor potencia, efectuó varios vuelos de prueba a partir de 1941 y sentó las bases de modelos más grandes como el YB-35 e YB-49. Su silueta sirvió como una de las inspiraciones para el ala volante de "En Busca del Arca Perdida"

Prototipo del Northrop N-1M. Propulsado por dos Lycoming 0-145 y posteriormente dos Franklin O-335 de mayor potencia, efectuó varios vuelos de prueba a partir de 1941 y sentó las bases de modelos más grandes como el YB-35 e YB-49. Su silueta sirvió como una de las inspiraciones para el ala volante de «En Busca del Arca Perdida»

Regresemos a Alemania. Hemos hablado de proyectos y prototipos anteriores, pero en verdad, los Horten fueron los que de forma ininterrumpida evolucionaron más acertadamente este concepto, concluyendo en el Ho 229, un sensacional ingenio que sin embargo no llegó a entrar en combate. Ya en 1932, ambos hermanos probaron en Bonn, su ciudad natal, el primero de sus planeadores, de doce metros y medio de envergadura y denominado Ho I. El ingenio se comportó fantásticamente en vuelo y ello les animó a mejorar la idea del ala volante.

Segundo prototipo del Go-229 en Oranienburg, a principios de 1945 (Fuente: LuftArchiv.de)

Mecánicos de tierra proceden al encendido de los turborreactores del segundo prototipo del Ho 229 en Oranienburg, a principios de 1945 (Fuente: LuftArchiv.de)

Construidos como veleros en principio y propulsados por motores de pistón después, los Horten fueron lanzando al aire alas volantes cada vez más efectivas, y alcanzaron la madurez en el proyecto Ho-IX, el primero con retropropulsión. A partir de los requerimientos de un cada vez más nervioso Hermann Goering, Mariscal del Aire del Tercer Reich, que solicitó a mediados de 1943 un avión capaz de transportar 1000 kg de bombas, con un radio de acción de 1000 km y a una velocidad de 1000 km/h, y un cada vez más enajenado Adolf Hitler, que buscaba las armas milagrosas (Wunderwaffen) que le dieran la vuelta al curso de la guerra, cada vez más de cara para los aliados, los hermanos Horten desarrollaron un cazabombardero sin cola, construido casi íntegramente en madera y propulsado, desde el segundo prototipo, por dos turborreactores Junkers Jumo 109-004B-1 de 900 kg de empuje unitario. El nuevo avión sería capaz de volar a velocidades inalcanzables para cualquier interceptor aliado de aquella época, atacar los objetivos designados y regresar. Su propio diseño y la aplicación de pinturas especiales lo convertirían además en difícil de detectar por los radares aliados.

Cuesta trabajo asumir que un avión de estas características y con el perfil que aquí mostramos fuera diseñado y probado satisfactoriamente en 1945 (Fuente: warbirdsresourcegroup.org)

Cuesta trabajo asumir que un avión de estas características y con el perfil que aquí mostramos fuera diseñado y probado satisfactoriamente en 1945 (warbirdsresourcegroup.org)

El prototipo V.2 efectuó su primer vuelo satisfactoriamente el 2 de febrero de 1945. Unas semanas más tarde, sin embargo, el ala volante sufrió una parada repentina en uno de sus motores y el avión se estrelló contra el suelo. A pesar de este grave contratiempo el Reichsluftfahrtministerium (RLM) ordenó la producción de 20 ejemplares, pero esta vez a la firma Gothaer Waggonfabrik. De cualquier modo, los americanos capturaron la factoría de Gothaer en Friedrichsrode (Turingia) el 14 de abril de 1945, antes de que el prototipo V.3, más grande y potente, estuviera terminado, el cual fue secretamente desmontado y enviado por barco a los Estados Unidos. Es imposible negar que los recursos probados satisfactoriamente por los hermanos Horten no fueran aplicados posteriormente en las alas volantes que Northrop desarrolló al final de la Segunda Guerra Mundial y en los albores de la Guerra Fría, recursos que mejorarían los diseños del fabricante estadounidense, especialista en la construcción de estos futuristas ingenios, cuya capacidad, creatividad y visión de futuro en absoluto se discuten por otro lado. En consecuencia, en 1946 efectuó su primer vuelo el Northrop YB-35, un ala volante de grandes dimensiones (valga decir como ejemplo de su tamaño que su envergadura era de 52 metros y su peso máximo al despegue de 90 toneladas) configurada como bombardero pesado  e impulsada por cuatro grandes radiales Pratt & Whitney R-4360 Wasp Major, con 3.000 Hp de fuerza cada uno de la que se construyó solo el prototipo, ya que la rapidísima evolución de la aviación en esos momentos dejaba obsoletos los propulsores de pistones en favor de los nuevos turborreactores. Así, el YB-35 derivó en el YB-49, impulsado por ocho turborreactores Allison J35-A-5, y que efectuó su primer vuelo el 21 de octubre de 1947. El nuevo aparato era capaz de transportar casi quince toneladas de bombas en sus bodegas, a una velocidad cercana a los 800 kilómetros por hora, un techo máximo de 14.000 metros y un radio de acción a plena carga cercano a los 2.600 kilómetros

El gigantesco YB-49 despega por primera vez el 21 de octubre de 1947. Su radical y a la vez prometedor concepto fue sin embargo denostado en favor del más convencional Convair B-36

El gigantesco YB-49 despega por primera vez el 21 de octubre de 1947. Su radical y a la vez prometedor concepto fue sin embargo denostado en favor del más convencional Convair B-36

Realmente este avión suponía todo un salto generacional en los conceptos aeronáuticos del momento, pero finalmente la USAF se decidió por la construcción del gigantesco, pero más convencional, Convair B-36 Peacemaker, de propulsión mixta con seis motores de pistón y cuatro turborreactores. Por ello, tan solo se construyó un puñado de prototipos, todos ellos desguazados posteriormente con la cancelación del proyecto. De cualquier modo, la idea proyectada por Northrop resurgió a finales de los años 80, cuando entró en servicio el espectacular bombardero estratégico Northrop Grumman B-2 Spirit con capacidad STEALTH: su forma de ala volante, junto al uso de materiales absorbentes de las señales, le permiten ser invisibles a los radares enemigos y ser capaces de lanzar bombas o armas nucleares sin ser vistos, además de disponer de un amplio arsenal de contramedidas desactivadoras de las armas del enemigo. Y, maravillas de la tecnología, todo ello con una tripulación de dos personas. De donde bebió este proyecto lo demuestra el hecho que su envergadura es idéntica a la de la malograda ala volante YB-49: 52 metros…

Un B-2A Spirit en vuelo sobre el pacífico. De este modelo de bombardero estratégico se construyeron 21 ejemplares. Un aeroplano futurista que sin embargo utiliza básicamente conceptos probados en 1945

Un B-2A Spirit en vuelo sobre el pacífico. De este modelo de bombardero estratégico se construyeron 21 ejemplares. Un aeroplano futurista que sin embargo utiliza básicamente conceptos probados en 1945

En definitiva, el visionario ingeniero norteamericano estaría orgulloso de ver plasmado su concepto en este impresionante aeroplano. No solo él, empero. Aquellos hermanos Horten, incapaces de impedir la derrota definitiva y aplastante del Tercer Reich (no había arma, por muy milagrosa que fuera, capaz de evitarlo) desarrollaron de forma satisfactoria un concepto aeronáutico, tan avanzado a su tiempo que, aún en la actualidad resulta difícil admitir que nivel técnico alcanzaban los ingenieros alemanes. La derrota alemana permitió, como hemos dicho, la adquisición de muchos conocimientos por parte del mundo occidental, conocimientos que serán aplicados en la tecnología militar de las décadas posteriores.

De todos estos conceptos tecnológicos beberán los técnicos de «En busca del arca perdida» para diseñar su ala volante. El avión  fue obra del diseñador de producción Norman Reynolds y fue construido por Vickers Aircraft Company. Un poquito de los prototipos germanos Horten/Gothaer, mezclado con el perfil de los prototipos de John K. Northrop de principios de los 40, y una pizquita de atrezzo cinematográfico darán como resultado ese Ala Volante que todos los aficionados al cine de aventuras recordamos con cariño y nostalgia. Hubiera sido demasiado adaptarles las turbinas que los Horten montaron en su fantástico Ho 229, pero verdaderamente así queda hasta mejor, porque esas hélices dan mucho juego en la escena. Y es que nuestra ala, volar, no volaría, pero entretenida, una barbaridad…

El ala volante alemana, tal como aparecía en "En busca del Arca Perdida". Sobre el perfil alar "muy Northrop" (compárese con la foto anterior del N-1M), se han instalado unas derivas verticales y armamento defensivo.

El ala volante alemana, tal como aparecía en «En busca del Arca Perdida». Sobre el perfil alar «muy Northrop» (compárese con la foto anterior del N-1M), se han instalado unas derivas verticales y armamento defensivo.

Especificaciones (Horten Ho IX 229)

  • Origen: Gothaer Waggonfabrik.
  • Planta motriz: 2 Turborreactores Junkers Jumo 109-004B-1 de 900 kg de empuje unitario.
  • Dimensiones: Envergadura: 16,76 m. Longitud: 7,47 m. Altura: 2,81 m.
  • Pesos (aproximados): Vacío: 4.600 kg. Cargado: 9.000 kg.
  • Prestaciones (estimadas): Velocidad máxima operativa (plena carga): 1.158 km/h a 6.100 m. Velocidad de crucero: 685 km/h a 9.850 m. Techo de servicio: 15.600 m. Alcance estimado: 1.930 km.
  • Armamento (definido): Cuatro cañones Rheinmetall-Borsig MK 103 de calibre 30 mm. Carga de bombas: 1.000 kg
  • Tripulación: 1

Bibliografía consultada:

Romaña, J.M.. (2009). Armas secretas de Hitler. Madrid: Ediciones Nowtilus.

Simos, D., Withington, T. (2007). Historia de la aviación. London: Parragon Books.

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4 thoughts on “Aviación y Cine (VIII): Los aviones de Indiana Jones

  1. EN REALIDAD, EL GOTHA GO.229 NO FUE EL UNICO QUE HICIERON LOS ALEMANES DURANTE LA II GUERRA MUNDIAL CON ESA CONFIGURACION DE ALA VOLANTE. HEINKEL, ARADO Y BLOHM UND VOSS, TAMBIEN LLEVARON A CABO PROYECTOS CON ESTE TIPO DE CONFIGURACIONES; CLARO ESTA, LOS ESTADOS UNIDOS, COMO SIEMPRE, SE BENEFICIARON DE ESTOS PROYECTOS Y CON MUCHISIMA CALMA, LOS MODERNIZARON Y FABRICARON EL B-2 SPIRIT, DIGNO SUCESOR DE LOS PROTOTIPOS ALEMANES. EL «ALA VOLANTE» DE LA PELICULA DE INDIANA JONES ES UNA CHANTADA DE AQUELLAS!!!

  2. Hay que reconocerle a la ALEMANIA NAZI fueron quienes en su época fue un país con mucho avance tecnológico militar, gracias Hitler tuvieron lo que los Estado Unidos no lo tuvieron ni construyeron, Hitler hizo un tratado de libertad a cambio de los planos militares.

  3. Horten siguió su desarrollo de alas volantes en la República argentina,fabricando por encargo del General Peron el denominado Horten Naranjero….extraño pero hermoso avión de carga

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