
El conde Laszlo de Almásy (Ralph Fiennes) junto a la Boeing Stearman (primer plano) y Tiger Moth (fondo)
Quizá sea esta una de las películas románticas donde se realice una descripción mas objetivamente terrible del amor: El amor que lo abrasa todo. La lealtad, los principios y el propio ser. Aunque al menos, como esperanza y como redención, se le contrapone otro amor: el de la amistad sincera y el perdón verdadero. El paciente inglés (Anthony Minghella, 1996) es en cualquier caso una hermosísima película, llena de flashbacks sabiamente llevados y cuajada de escenas y diálogos míticos. Y, como no podría ser de otra manera, un hermoso avión protagoniza escenas determinantes en el devenir de esta oscarizada cinta: se trata del De Havilland Tiger Moth.
El De Havilland DH82 Tiger Moth supuso la continuación de la exitosa familia de biplanos Moth y Gipsy Moth del fabricante británico De Havilland Aircraft Co. Cumplía la especificación de 1931 emitida por el Ministerio del Aire Británico, donde solicitaba un avión de entrenamiento básico. Partiendo de la base de los DH60 Gipsy Moth, se efectuaron una serie de modificaciones en el diseño original para facilitar el acceso al cockpit delantero, cuestión fundamental tratándose de un avión entrenador y en el que alumno iría en la mayor parte de los supuestos, equipado con paracaídas. Para ello se adelantó la posición del ala superior, lo que reequilibraba el centro de gravedad del avión. Además se procedió a reforzar la célula, añadir portezuelas abatibles y un sistema de escape modificado.

DH82A de la RAF en pleno vuelo. Obsérvese el avance del plano superior para facilitar el acceso del alumno al cockpit
Se trataba, por tanto, de una pequeña pero robusta máquina construida en madera y metal, así como con el clásico revestimiento textil que se estilaba en aquella época. Propulsado por un pequeño de Havilland Gipsy Major I de 120 Hp (130 Hp a partir del mejorado DH82A, introducido en 1937) que movía una hélice bipala de madera de paso fijo. Este popular motor tenía en principio una singular querencia por el consumo de aceite, pero su glotonería fue contenida mediante el uso de aros de pistón mejorados.
El nuevo avión efectuó su primer vuelo el 26 de octubre de 1931 y entró en servicio con la RAF en el año 1932. Desde el principio, el Tiger Moth demostraría ser un entrenador perfecto, dócil en el vuelo y económico de mantener y reparar. La gran mayoría de pilotos de la RAF que participaron en la guerra tuvieron su bautismo del aire con este pequeño biplano. La producción aumentó exponencialmente durante la Segunda Guerra Mundial, alcanzando las 4.000 unidades salidas de la factoría de Hatfield para el año 1945. Además, se construyeron versiones construidas bajo licencia en otros países aliados: Canadá desarrolló para la RCAF (Royal Canadian Air Force) la versión DH.82C, equipada con cabina cerrada, calefacción y motores más potentes Gipsy Major IC de 145 Hp, o bien los Menasco D.4 Super Pirate de 125 Hp. En total se construyeron más de 1.500 unidades de esta versión. También un millar y medio de Tiger Moth se construyeron en Australia y Nueva Zelanda, partiendo de la versión DH82A. Sumando algunas versiones menores (como la versión radiocontrolada Queen Bee, de la que se construyeron 400 unidades, o la versión civil cuatriplaza de posguerra Thruxton Jackaroo), la producción total del avión alcanzó las 8.500 unidades.
De ellas, muchas fueron destinadas antes de la guerra al mercado civil, aunque lógicamente la mayoría fueron operadas por una larga lista de fuerzas aéreas de todo el mundo. En España volaron un puñado de unidades, adquiridas algunas en 1933 por la Dirección General de Aeronáutica y otras por aviadores privados. Al finalizar la Guerra Civil, restaban en servicio una docena de ellas, cumpliendo misiones de entrenamiento y reconocimiento en el Ejército del Aire.
En 1952, este venerable biplano fue sustituido en la RAF en sus funciones de enseñanza primaria por el más moderno entrenador monoplano De Havilland Canada DHC-1 Chipmunk. Muchas unidades engrosaron entonces el mercado civil, sirviendo en muchas ocasiones como aviones fumigadores, transporte y turismo. A día de hoy sobreviven más de doscientos ejemplares, siendo creciente el número de aviones que, primorosamente restaurados, vuelven al aire.
Uno de aquellos veteranos, pintado de gris y con matrículas civiles (G-AFFC, que por cierto, hemos comprobado que es falsa), aparece en «El paciente inglés«, junto a un Boeing Stearman, tal como indicamos en el post de «Con la muerte en los talones«. En él irá a recoger el conde Laszlo de Almásy (Ralph Fiennes), explorador y aventurero, tras vender su lealtad al mejor postor, a una moribunda Katherine Cliffton (Kristin Scott Thomas) a la llamada cueva de los nadadores, en el Sáhara tunecino, donde tuvo que dejarla, para pedir ayuda, tras el accidente aéreo que sufrió a bordo del Boeing Stearman con su marido, Colin Firth, al querer éste, enterado de la relación amorosa con el ambiguo y magnético conde húngaro, acabar con la vida de los tres…
Película como dijimos antes, hermosísima, que entrelaza dos historias, en pasado y presente, cuyo nexo de unión es un misterioso personaje, horriblemente desfigurado por el fuego. Un pasado en el desierto del Sahara, justo en los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial, donde dos seres gemelos pertenecientes a una expedición arqueológica inician una relación ilícita que quema todo lo que toca.
Y un presente en la Italia de 1945, donde una enfermera militar (Juliette Binoche) decide quedarse en un monasterio en ruinas para atender a un dolorido y agonizante paciente, del que irá conociendo su terrible y fascinante pasado, parte del cual aparecerá en el presente. En ningún momento pretende juzgarse al personaje., porque el amor puede volver a los seres humanos, valientes, sordos, traidores o inmorales…
Nos quedan para el recuerdo diálogos y escenas eternamente hermosas, que permanecen en la retina más sensible del espectador. Y si no, quien no lleve un dedal en su cuello como recuerdo de un ser querido o no haya intentado memorizar que ese hueco al comienzo del cuello se llama escotadura supraesternal, que tire la primera piedra…
Especificaciones De Havilland Tiger Moth (DH82A):
- Origen: De Havilland Aircraft Company.
- Planta motriz: Un motor lineal de 4 cilindros invertidos en línea De Havilland Gipsy Major I, refrigerado por aire de 130 hp.
- Dimensiones: Envergadura: 8,94 m. Longitud: 7,34 m. Altura: 2.68 m
- Pesos: Vacío: 506 kg. Máximo al despegue: 828 kg
- Prestaciones: Velocidad Máxima: 175 km/h. Velocidad de Crucero: 145 km/h. Régimen de Ascenso: 205 m/min. Techo de servicio: 4.145 m. Alcance: 486 km
- Armamento: ninguno
- Tripulación: 2
Bibliografía consultada:
VV.AA (1992). Crónica de la aviación. Barcelona: Plaza & Janés