Observando fotografías de este avión, el Short S.29 Stirling, verdaderamente resulta difícil pensar que ante un cuatrimotor de este porte, con una impresionante altura al suelo cuando estaba en tierra, apoyado en un poderoso tren de aterrizaje delantero (y doble rueda de cola), una longitud de morro a cola estimable y un armamento muy completo, no estemos delante de uno de los mejores bombarderos pesados de la Segunda Guerra Mundial. Personalmente, su silueta siempre me pareció amenazadora y poderosa y, de mis sueños de infancia, quizá fue uno de los aviones más recordados. Sin embargo, se trató de un avión que, sin llegar a ser un auténtico pufo, sí que fue bastante decepcionante para sus sufridas tripulaciones, y por varias razones… Continue reading