Decimos que la Ingeniería Inversa (Reverse Engineering) se basa en tomar un dispositivo mecánico o electrónico para analizar su funcionamiento en detalle, y con el fin de crear un dispositivo o programa que haga la misma o similar tarea sin copiar la original. En el mundo occidental, el intrincado mundo de la tecnología ha creado una oscura red de espionajes industriales para lograr mejorar el producto del vecino. En el campo militar, el poder copiar un producto sin ningún tipo de licencia por parte del fabricante no es, a pesar de algunas excepciones, algo demasiado fácil de llevar a cabo. Demasiados pleitos y demasiados millones en juego. Sin embargo, en otros tiempos, la existencia del bloque comunista relajaba enormemente la dificultad a la hora de copiar un diseño, aunque fuera del otro lado del Telón de Acero. Los conceptos de Licencia de Fabricación y Patente de Producción no eran ideas que durante la Segunda Guerra Mundial los soviéticos tuvieran demasiado en consideración y tenían claro que si no podían conseguir algo por las buenas, lo iban a hacer…por la copia. Continue reading
Category Archives: Campañas y Batallas
Leviatanes Rusos (VI): Tupolev TB-3 (ANT-6)
Regresamos de nuevo a la noche de los tiempos…aeronáuticos para recuperar la trayectoria de otro gran avión soviético que, aunque no tan espectacular como los mastodónticos ANT-20 o ANT-14 de los años treinta, reflejó, por primera vez la evolución tecnológica de un estado soviético que salía del bloqueo provocado por el fin de la Primera Guerra Mundial, la Revolución y la subsiguiente y cruenta Guerra Civil. Siete años de colapso, sangre y duras condiciones de indefinición que ahora comenzaban a estabilizarse. Por ello, resulta obligatorio, no solo por sus dimensiones, sino también por el gran mérito que supuso su desarrollo, el incluir al Tupolev TB-3 en nuestra lista de «leviatanes».
El día en que Nell y Betty humillaron a la Royal Navy: El hundimiento de la Fuerza Z y los bombarderos Mitsubishi G3M y G4M
Es casi seguro que fue el año de 1941 el peor de todos los vividos por la Armada Británica durante la Segunda Guerra Mundial, y posiblemente comparable a los dramáticos meses de 1805, antes de la gran Batalla de Trafalgar. En Mayo, los británicos habían perdido en el Atlántico Norte al gran crucero de batalla HMS Hood, hundido por los certeros proyectiles del poderoso acorazado alemán Bismarck, y submarinos alemanes habían torpedeado y hundido en el Mediterráneo al portaaviones HMS Ark Royal y al acorazado HMS Barham, éste último con gran pérdida de vidas. Pero en el último mes de aquel año, la siempre orgullosa Royal Navy iba a sufrir un durísimo golpe por parte de la armada japonesa, aunque esta vez, no desde donde pensaban encontrarse a sus enemigos naturales en el mar, sino desde un nuevo rival mucho más agresivo y letal…
Incidente Mechelen: Oportunidad Aliada Perdida en la «Guerra de Mentira»
10 de enero de 1940. Soldados de un puesto fronterizo, situado cerca de la ciudad belga de Mechelen-sur-Meuse (Mechelen-aan-de-Maas en holandés), junto al río Mosa, acuden a inspeccionar un pequeño avión que al parecer ha caído en un campo próximo. Se trata de un Messerschmitt Bf 108 Taifun de enlace, del que han descendido dos militares alemanes y que, ante los sorprendidos ojos de un campesino que ha acudido a ayudarles, están procediendo desesperadamente a quemar unos documentos que parecen de contenido especialmente importante…
Así comienza el que se denominó como Incidente Mechelen y que, según algunos historiadores, fue un regalo desaprovechado del destino que, de haber sido bien empleado, pudo haber cambiado el curso de la Batalla de Francia y en consecuencia, el de los acontecimientos en el Frente Occidental.
Golondrinas contra Fortalezas: Teruhiko Kobayashi y el Kawasaki Ki-61 Hien
3 de diciembre de 1944. Una formación cerrada de 86 Superfortalezas vuela en dirección a Tokio procedente de Saipán. De pronto, a las 14.16 horas (hora local), un interceptor Kawasaki Ki-61 ataca desde lo alto al bombardero situado en cabeza (B-29-41-BW, matrícula 42-24656 y bautizado como Rosalía Rocket), impactando en los motores 2 y 4 al instante. Inmediatamente, el pesado bombardero empieza a perder altura y velocidad y se sale de la formación. Rodeado por hasta una docena de cazas japoneses que lo atacan como lobos, el B-29 cae en ángulo de 80 grados a tierra. Nueve de sus tripulantes logran saltar del avión. Uno de los pilotos que logró alcanzar de muerte al bombardero fue Teruhiko Kobayashi. Y es que, a finales de 1944, el capitán Kobayashi se iba a convertir, con solo 24 años, en el jefe de regimiento más joven que volaba en las Fuerzas Aéreas del Ejército Japonés, al mando del 244º Sentai. En la orgía de fuego que se habían convertido las ciudades del Japón debido a las cada vez más precisas y destructivas incursiones de los B-29 Superfortress americanos, Kobayashi fue uno de los escasos aviadores capaz de derribar un número significativo de aquellos gigantescos bombarderos, y sobre todo, vivió para poder contarlo. Hablamos de él y de su montura, el esbelto Kawasaki Ki-61 Hien (Golondrina)…
Continue reading
El regalo de Arnim Faber a los aliados: la captura del primer caza Focke Wulf Fw 190
23 de junio de 1942. Uno de los magníficos nuevos cazas en uso por parte de la Luftwaffe, el ágil Focke-Wulf Fw 190A, regresa de una misión de combate sobre los cielos de Bretaña, enfrentándose a varios Supermarine Spitfire Mk.V de la RAF. Corto de combustible, su piloto, el Oberleutnant (Teniente Primero) Arnim Faber, se dispone a regresar a su base de partida, pero no es capaz de localizarla y decide tomar tierra en el primer aeródromo que encuentre. Cuando ve uno, decide efectuar un orgulloso medio tonel mientras baja el tren de aterrizaje y extiende los flaps. Alinea su pequeño Würger (Alcaudón) y toma tierra sin problemas.